16 de jul. 2013

¿Puedo tener una mejor respuesta sexual si aprendo a trabajar mi cuerpo? ¿Competencias y habilidades eróticas son instintivas?


Algunas Ideas para  contestar a estas preguntas

La sexualidad es un dimensión fundamental es la estructuración de la persona a lo largo de su ciclo vital
El abordaje de la sexualidad  humana y de la respuesta sexual se ha de realizar desde un punto de vista integral, entendiéndola como la integración de múltiples elementos, dónde el cuerpo y la mente forman una unidad funcional.
Los pensamientos tienen una influencia evidente en las manifestaciones corporales de la misma manera que el cuerpo, sus movimientos y su actitud tienen una influencia en las percepciones y en los pensamientos.
Desde el punto de vista de la sexología clínica se tiene muy claro cómo los problemas psicológicos, de relación y educacionales  pueden generar trastornos sexuales, pero a veces se infravalora el papel del cuerpo, su lenguaje corporal y el aprendizaje de las respuestas fisiológicas que sin duda también tienen un papel fundamental en los trastornos sexuales.
Los movimientos del cuerpo, las sensaciones visibles y fisiológicas también determinan nuestra sexualidad. El cuerpo y la manera  física de excitarse influye directamente en las experiencias sexuales, así como en la manera de entender la sexualidad y en la creación de las fantasías.

Se ha de estar atento a no psicopatologizar en exceso  de la misma manera que en ocasiones  se medicaliza en exceso.

Las personas tenemos un proceso de sexualización ,que aparece antes del nacimiento y dura hasta la muerte, de la misma manera que tenemos un proceso de desarrollo psicomotor,  cognitivo , del lenguaje ,  emocional o social.

Este proceso de sexualización comienza con el reflejo de la excitación que está presente antes de nacer y  que desde el nacimiento se va desarrollando  al combinarlo  con la madurez motora, las habilidades sensoriales, simbólicas, cognitivas y de interrelación social.
Los genitales son muy importantes,  adquieren ya  mucha relevancia desde los primeros años de vida y es  a través de su exploración y los juegos con los otros , cuando los niños y niñas desarrollan la percepción de la diferencia de género y la identidad sexual.  Estos aprendizajes se consolidan con la repetición y serán requisito previo para la experiencia de placer sexual que se irá desarrollando y reconociendo  a medida que se desarrollen las habilidades comunicativas y emocionales de la persona en la interrelación con los demás.

Las diferentes etapas de la vida, las enfermedades y las discapacidades requieren nuevos procesos de aprendizaje.

La sexualidad es la capacidad humana que posiblemente ha estado más desatendida en su proceso de desarrollo, por padres, educadores y por la sociedad en general.
En cambio  otras  capacidades como el caminar, el control de esfínteres, el lenguaje, la socialización, ... son potenciadas y aclamadas.
No es infrecuente que las primeras investigaciones a nivel genital que hacen los niños sean respondidas con actitudes ambivalentes, de inseguridad o de reprobación. La preocupación por dificultades o déficits de capacidades de los hijos se tornan en alivio cuando éstos no se ocupan demasiado de su genitalidad.

En la sexualidad humana son muy importantes el placer sexual, el deseo, la atracción, la intensidad emocional, los conocimientos, los valores, las ideologías... pero también lo son las habilidades de seducción, la comunicación y la competencia erótica, así como los componentes fisiológicos de la respuesta sexual y la manera física de conseguirla.
La experiencia clínica y científica nos dice que los trastornos sexuales también están relacionados con problemas de aprendizaje sexual fisiológico y genital. Estos problemas pueden ser las causas de aquellos casos que no se resuelven después de solucionar los factores psicológicos y relacionales.

Podemos partir del conocimiento y del sentir de nuestra sexualidad fisiológica para mejorar nuestra satisfacción sexual.
Podemos trabajar nuestra sexualidad fisiológica ya través del cuerpo  y darle la dimensión erótica que permita mejorar nuestra sexualidad. Cambiando nuestra actitud corporal podemos cambiar el resultado de nuestra percepción y sensaciones sexuales.

Lo expuesto anteriormente está en consonancia con el modelo l’  approche sexocorporelle.
Antecedentes:
El modelo sexocorporel es conocido por el profesor Jean Desjardins, que lo ha desarrollado en La Universidad de Quebec. Desjardins conceptualizó un modelo de desarrollo sexual y funcionalidad, para que lo pudieran utilizar los profesionales de sexología en la terapia con sus pacientes. Modelo que han seguido trabajando otros profesionales de la sexología entre los más destacados tenemos a la Dra. Claude Roux Deslandes, profesora de la Universidad de Toulouse y con la que hemos tenido la satisfacción de aprender, hace una semana aquí en Barcelona, en el marco del máster de sexología clínica de la facultad de Medicina de la UB.

L’  approche sexocorporelle trabaja todos los componentes que interactúan en la sexualidad humana. Con la idea de la unidad funcional inseparable que es el cuerpo-mente (cuerpo-cerebro). La separación cuerpo-mente se artificial, ya que los pensamientos, emociones, percepciones y fantasías se encuentran en el cerebro y por lo tanto forman parte de nuestro cuerpo.
Históricamente el impulso corporal ha sido considerado impuro, al contrario del de la mente y el alma.
La debilidad en el proceso de erotización juega un papel en las dificultades sexuales.
Nos falta la conciencia de la dimensión erótica de la sexualidad. Normalmente tenemos una sexualidad poco erotizada.
Conceptos como los siguientes nos ayudan a entender este modelo:
El imaginario no se inmóvil, se mueve y el apoyo que tiene es el cuerpo.
Para trabajar el erotismo podemos empezar desde la excitación sexual.
Trabajamos la excitación sexual desde el movimiento, desde la verticalidad
Verbos: mover, espirar, ir lentamente.

La Dra. Claude Roux Deslandes explica que las parejas estables pierden el deseo porque dejan de mirarse de lejos. La intimidad hace que se miren demasiado de cerca y se dejen de mirar en el conjunto. Dejando de ver aquello que nos atrae sin conocer:  el culo, la forma de caminar, la actitud corporal, la posición de la cadera , la posición de las manos, la cabeza ... Es decir dejamos de reconocer en nuestra pareja la  comunicación erótica del cuerpo que seduce a uno mismo ya los demás.

El modelo sexocorporel ayuda a los pacientes a desarrollar y fortalecer la dimensión erótica de la sexualidad para superar mejor las dificultades sexuales.

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